Las cascadas son una de las atracciones que no puedes perderte si vas a Bali. Especialmente en el norte encontrarás paisajes impresionantes y decenas de cascadas. Nungnung, Munduk, Kanto Lampo… Seguro que has leído sobre ellas si estas preparando tu viaje.

Huyendo un poco de las cascadas más conocidas, te recomiendo que visites Leke Leke, uno de los sitios más bonitos de Bali, y estuvimos solos!

Leke leke waterfalls están ubicadas a una hora en moto/coche del centro de Ubud y a una hora y 45 minutos de Canggu. Mi recomendación es que alquiles una moto durante un día entero (el precio suele ser de unos 3€) para tener mayor libertad. La zona está bastante apartada de cualquier otro punto turístico, por lo que tendrás que desplazarte exclusivamente a verlas. El camino es precioso: campos de arroz, templos, miradores… No se hace largo!

Aparcar la moto es gratuito pero la entrada son 15.000IDR, (0,90€). Una vez llegues a Leke Leke, verás una entrada hecha con palos de madera y recubierta de flores. Dentro te espera una niña simpatiquísima que te contará todo lo que debes saber (y te pedirá tu cuenta de Instagram). Además, te dará un palo de bambú para que llegues más seguro, ya que son 20 minutos de bajadas y subidas, en ocasiones sobre superficies no muy estables.

Una vez empieces el sendero (que está muy bien señalado), verás que las cascadas son el final de un recorrido que merece la pena de principio a fin. La experiencia entera es una pasada, especialmente andar por esos caminos repletos de vegetación y cruzar los puentes hechos con bambú y cuerda encima de los riachuelos.

Cuando llegues a la cascada te quedarás con la boca abierta. Es un inmenso río de agua que desemboca en una piscina que parece estar en calma, rodeada de rocas y vegetación. Podrás bañarte sin problemas ya que no es profundo en ningún punto, lo único que puede echarte para atrás es lo fría que está el agua o los bichos que encontrarás en cualquier cascada.

Las cascadas están abiertas hasta las 19:00, ya que a esa hora ya ha anochecido en Bali. A la vuelta, podrás pedir a la familia que está allí que te dejen lavarte un poco en una fuente que hay a la entrada, además de comprar alguna bebida en el mini bar. Además, podrás montarte en uno de los míticos columpios de la zona, que se agarran con cuerdas a árboles con vistas espectaculares. Eso sí, el precio es de unos 20€, algo excesivo especialmente si lo comparas con la entrada al recinto.

Aquí puedes ver un mapa con la ubicación exacta de Leke Leke: