Si tienes poco tiempo para visitar la ciudad tienes que saber qué cosas no puedes perderte. Para visitar los alrededores necesitarás más tiempo, pero si tu idea es quedarte en Dublín, aquí van 8 imprescindibles para un fin de semana.
Tómate un brunch en Elephant & Castle
El restaurante Elephant & Castle está en pleno barrio de Temple Bar, y su plato estrella son las alitas de pollo. Una imitación del auténtico, que está en Nueva York, pero que ha conquistado a irlandeses y turistas. De 11:00 a 16:00 puedes probar su famoso brunch, pero también sirven comidas y cenas, siempre acompañadas de sus obligadas alitas de pollo. Nunca he sido muy fan de ese plato, pero tengo que decir que merece la pena!


Visita la Guinness Storehouse
En Irlanda nunca falta la cerveza, y en Dublín está la impresionante fábrica de su famosísima Guinness. El recorrido te enseña cómo se elabora, su historia, toda la publicidad que se ha hecho entorno a ella y cualquier detalle que te imagines, y lo hace de manera que pasear por sus 7 pisos se hace corto.
Desde 1904 hasta 2000 fue el lugar de fermentación de la cerveza irlandesa, pero ahora se utiliza únicamente como exposición. Abre todos los días de 9:30 a 17:00, y puedes comprar las entradas en la puerta por 20€ o 17,50 si eres estudiante. En la web oficial suelen tener descuentos.
Pasea por la zona de Temple Bar
Sí, es la zona más turística de Dublín, pero aún así merece la pena. Digamos que no es como la Sirena de Copenhague (el típico sitio turístico que decepciona cuando lo ves), sino que gusta a todo el mundo. El famoso Temple Bar siempre está lleno, pero alrededor tienes decenas de bares en los que disfrutar de una cerveza y del ambiente de la zona.

Disfruta de la música en directo
La música en directo es de mis cosas favoritas de Dublín. La puedes encontrar en cualquier pub, en la calle, más comercial, música celta…Pero siempre sienta bien escucharla cerveza en mano.
Si buscas un sitio bonito para cenar mientras escuchas música en directo, te recomiendo que vayas a Merchants Arch, un pub a orillas del Liffey, justo al lado del Hapenny Bridge. La carta no es muy variada, la que puedes encontrar en cualquier otro pub, pero el sitio merece la pena conocerlo.
Recorre el Trinity College y su biblioteca
El Trinity College es la visita fundamental para todo turista que pisa Dublín. Actualmente forma parte de la Universidad de Dublín y es el más antiguo de Irlanda. Su biblioteca es el mayor de sus tesoros y dentro tiene el Libro de Kells, un manuscrito del año 800 que pertenecía a los antiguos monjes celtas.
Pero mi mayor ilusión al visitar esta biblioteca fue ver dónde se rodaron varias escenas de Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, y después de una hora de cola y 6€ de entrada, pude disfrutar como una gran fan de este escenario.
Prueba un whisky en la destilería Jameson
La antigua destilería Jameson es otro de los sitios que debes visitar en tu visita a Dublín. Es pequeñita, pero merece la pena acercarse a tomarse una copa de Jameson con ginger ale, su especialidad. El bar es una pasada, y ofrecen tours por el segundo piso que en mi opinión no merecen la pena. Cuestan un mínimo de 20€ (16€ con el carnet de estudiante) y no tiene demasiado que ver.



Pasea por sus grandes y verdes parques
Phoenix Park, Saint Stephen’s Green, Merrion Square… Dublín tiene grandes parques y jardines donde descansar, relajarse, pasear, e incluso hacer picnic si tienes la suerte de tener buen tiempo. Te recomiendo que al menos visites uno.
Phoenix Park es el parque urbano más grande de Europa, está a pocos kilómetros del centro de la ciudad y como curiosidad, por el pasean familias de ciervos. Si por lo contrario prefieres uno más cercano, Saint Stephen’s Green se encuentra justo al final de Grafton Street y diría que es mi favorito.

Cena en una antigua iglesia: The Church
En la plaza Christchurch de Dublín está el pub The Church, con su gran barra para tomar algo y un restaurante en la planta de arriba. Esta antigua iglesia mantiene incluso el órgano, y es un sitio muy recomendable y curioso para visitar. El creador de la cerveza Guiness, Arthur Guinness, se casó en esta iglesia en el 1761.
Deja una respuesta