Puglia o Apulia es una de las zonas más bonitas de Italia. Una región del sur conocida por su costa adriática, sus ciudades elevadas en montañas, su arquitectura -en su mayoría barroca- y los ‘trullis’, con los que te familiarizarás en tu recorrido especialmente si visitas Alberobello.

Necesitarás al menos 3-4 días para visitar la mayor parte de la región. Te recomiendo alquilar un coche para tener autonomía y hacer tu propia ruta.
En 3 días pude visitar Bari, Lecce, Polignano a Mare, Alberobello, Locorotondo, Martina Franca y Monopoli. Me faltaron varios pueblos que dejo pendientes para mi siguiente viaje, especialmente Matera, Ostuni, Otranto y Castro. Si tienes más días, no lo dudes!

Dónde dormir
Bari fue mi ‘base de operaciones’. Hice desde aquí todas las excursiones porque preferí dormir en un único sitio, pero si prefieres hacer menos kilómetros al día, una muy buen opción es dormir una noche en Lecce: es la zona más alejada y desde ahí podrás conocer Otranto y Castro.
La ciudad de Bari es una opción perfecta para dormir: hay buena oferta hotelera, el casco histórico es precioso y con buen ambiente para pasearlo cada noche, hay buen ambiente y buenos restaurantes.

Ruta por Puglia
Día 1. Lecce, Polignano a Mare & Bari
Lecce
Lecce está a 150km de Bari y a 40km de Otranto, la punta final de la ‘bota’ de Italia. Es una de las ciudades más bonitas que verás en tu ruta, tanto por su arquitectura barroca que verás en su preciosa catedral y en la Basílica de Santa Croce, como por sus callecitas, sus terrazas y comercios de artesanías de la región.

La Piazza del Duomo, donde se encuentra la catedral con doble fachada y campanario, es uno de los imprescindibles. Merece la pena visitarla por dentro. Podrás hacerlo todo andando así que luego te recomiendo que visites la Basílica, la columna romana de Sant’Oronzo y el anfiteatro.

Después de la visita, comimos por la zona nuestros primeros orecchiette -el tipo de pasta más típico de Puglia- y continuamos la ruta hacia nuestra siguiente parada: Polignano a Mare, a 160km dirección Bari.
Polignano a Mare
Polignano es otro de los pueblos más bonitos de la ruta. Fue una aldea de pescadores y la pesca sigue siendo una de sus principales actividades.
Aquí nació el cantautor Domenico Modugno, conocido en el mundo entero por Volare, una de las canciones italianas más famosas. Y otro dato: Traveller Review Awards 2023, los premios de Booking.com, la nombraron como la localidad costera más acogedora del mundo.

Actualmente tiene una de las postales más famosas de la zona: Lama Monachile (o Cala Porto). Una calita bajo un acantilado lleno de casas blancas ‘apiladas’ que se ha convertido en el icono de la ciudad.
Otra de las vistas más bonitas es Pietra Piatta, un acantilado de piedra al que podrás llegar a través de la Scalinata Volare.

Además de disfrutar de estas vistas e incluso darte un baño en la cala, es obligatorio conocer por su casco antiguo, que aún conserva su esencia.
Paseamos sin rumbo, tomamos un helado (siempre de pistacchio e nocciola!), disfrutamos una vez más de las vistas y tomamos rumbo a Bari!

Bari de noche
Pese a que nos dejamos la visita completa por Bari para el último día, todas las noches las pasamos aquí. Bari de noche es precioso y merece mucho la pena recorrer sus callecitas iluminadas.

Cenamos en Trattoria la Baresana, el sitio perfecto para probar los orecchietti o los espaguettis assasina, espaguettis ‘fritos’ y picantes, dos recetas muy tipicas también de la región.

Día 2. Alberobello, Locorotondo y Martina Franca
Alberobello
Nos levantamos directos a Alberobello, a menos de una hora de Bari. Recomiendo ir temprano ya que es la ciudad donde más turistas hay y puede ser algo agobiante si vas en temporada alta. Cuanto más madrugues, mejor!

Verás que en el camino ya empiezas a ver ‘trulis’, pequeñas casitas tipo ‘tipi’ que empezaron a construirse porque no se pagaban impuestos como en las casas normales. Actualmente los trullis son Patrimonio de la Humanidad y Alberobello está repleto de ellos: hay más de 1.500!

Pese a que lo mejor es que camines disfrutando del paseo y eligiendo las calles que más te vayan llamando la atención, hay algunas cosas que no puedes perderte: el trulli más grande, Trullo Sovrano, un museo en el que por 3€ puedes conocer la vida dentro de uno de ellos; las vistas panorámicas desde la terraza de la plaza Giangirolamo; la única iglesia con forma de trulli: Iglesia de San Antonio y el Trulli Siamés, una tienda de recuerdos en la vía Monte Nero, la calle más bonita, que une dos trullis.

Los tejados de los trullis tienen pintadas blancas en forma de símbolos, estos tienen dos significados: el número de casa o buena suerte para la familia o para la cosecha.

Alberobello es pequeñito y en una mañana seguro que te ha dado tiempo a visitar prácticamente todas sus callecitas, pero si tienes poco tiempo, prioriza Rione Monti, la zona donde más trullis verás.
Locorotondo
La segunda parada del día fue Locorotondo, a solo 12 minutos en coche de Alberobello. Otra ciudad preciosa que recomiendo muchísimo, me encantó!

Su nombre se debe a que su centro histórico es redondo, una circunferencia de unos 250m casi perfecta! Esto, junto con los vinos y sus preciosas callecitas son algunas de las cosas que lo hacen tan especial.

La idea nuevamente es perderse por sus callejuelas. Están llenas de encanto, de pequeños restaurantes, flores, balcones preciosos… Y me llamó la atención que pese a que viajamos en abril, todavía había decoración navideña: dicen que en estas fechas está aún más bonito!

En 1050 se contruyó una capilla rural dedicada a San Jorge y Locorotondo nació alrededor de ella. Desde entonces ha ido cambiando y sobre ella se construyó la Chiesa Madre di San Giorgio Martire, que sigue siendo el corazón del pueblo. Todas las calles llevan hasta aquí. Otra de las iglesias que puedes visitar es Santa Madonna della Greca, mucho más medieval.
Martina Franca
Y la última parada del día: Martina Franca, a solo 10 minutos de Locorotondo. Este día hicimos mucho menos coche que el anterior!

Para entrar a la ciudad amurallada tendrás que hacerlo por una de sus cuatro puertas: San Estefano, San Nicola, Santa María o San Pietro. Esta ciudad destaca muchísimo por su estilo barroco, su preciosa Plaza de Roma con el Palacio Ducal, sus torres y la Basílica de San Martin.

Día 3. Monopoli y Bari
Monopoli
Empezamos el último día por Puglia visitando uno de los pueblos que más ganas tenía de conocer: Monopoli, una ciudad costera con un precioso barrio de pescadores y un ambiente mediterráneo que me enamoró.

Te llevará poco tiempo recorrerlo pero merece mucho la pena pararse a hacerlo. Sus callejones con encanto, su puerto lleno de barquitas de colores, los bares en cada esquina y un ambiente buenísimo lo convierten en una de las paradas que más disfruté de la ruta por Puglia.

Bari
Y para terminar nuestra ruta, llegó el momento de conocer Bari, la capital de Puglia! Como os decía, habíamos pasado allí todas las noches anteriores pero no lo habíamos visitado como correspondía.
Sin duda el punto más importante es Bari Vecchia, el centro histórico. Recorrerás estrechas calles llenas de cables, ropa tendida en los balcones, terrazas particulares improvisadas y preciosas plazas.

Las calles son totalmente laberínticas, por lo que si buscas llegar a algún punto, es imprescindible tener Google Maps! Para mi, las calles más bonitas son Arco Basso y Largo Abicocca, especialmente por la noche.

En Arco Basso fue donde compramos bolsitas de orechiette fresco a unas mujeres que lo hacían al momento. La ciudad está plagada de puestecitos de ellos y la verdad es que engancha mucho ver la velocidad a la que los hacen!
Además de perderte por las callecitas de su casco antiguo y visitar el paseo marítimo, tiene algunos puntos que no puedes perderte como el Castillo Svevo di Bari, la Catedral basílica de San Sabino y la Piazza Mercantile.

Y así acaba mi ruta por Puglia, una zona de Italia que me ha encantado y a la que espero volver para ver todos esos pueblitos que me faltaron.
En este blog tengo otras rutas por Italia que recomiendo mucho como un fin de semana en Cinqueterre o un día en el Lago di Como, así como la visita a ciudades como Burano, Verona o Bolonia.




Replica a Melissa Martell Cancelar la respuesta